Viernes 11: La Regia Orquesta

¿Quién es Duke Ellington? Además de ser el hombre detrás de la orquesta más longeva en la historia del jazz –lo que ya es un récord en sí mismo-, es el hombre que mejor encarnó un espíritu urbano, sincopado pero sobrio, del jazz de las primeras dos décadas del siglo XX. Desde entonces, y durante casi medio siglo, tuvo un sonido personal que, para mucha gente, fue sinónimo del sonido más bailable, de salón. Ellington, antes de llegar a ser un músico capaz de asombrar y entretener a las masas, era un muchachito que tuvo oportunidades que pocos afroamericanos tuvieron a principios del siglo XX. Ellington nació en 1899, y su padre era el mayordomo de la Casa Blanca. Eso le permitió llevar una juventud más bien acomodada para la época, pero no impidió que el joven Ellington se saliera del colegio para buscar carrera en la música. Obvio. Como todos los compositores de su tiempo, la sala de clases no tenía nada que ofrecerle. Y, al contrario, la calle tenía demasiado que enseñarle.

Lo que Ellington y su banda hacían en sus primeros tiempos se llamaba, por entonces, “jungle”, un nombre que designaba al estilo fresco y relajado que los Washingtonians cultivaban. Eso se nota en la canción "It don’t mean a thing", que fue la base de una canción de Gabin, "Doo wop", que escuchaste también en la 88.5.

Duke Ellington y su banda fueron protagonistas de una de las horas más ilustres del jazz en clave popular: fueron la banda residente del Cotton Club hasta 1931. Y aunque las noches del Cotton Club no eran exactamente como las pintaba la película de Francis Ford Coppola, algo de ese frenesí había. Cuando dejó el Cotton Club, Ellington se volcó a una gira prácticamente interminable, que, en los hechos, duraría hasta su muerte en 1974.

Take the A train
Sophisticated lady
Perdido
I got it bad and that ain’t good
In a mellow tone
Mood indigo
Things ain’t what it used to be
Happy go happy local
It don’t mean a thing
C Jam blues
Satin doll

Caravan
I let a song go out of my heart
Dancers in love

Black beauty