Monday, November 20, 2006

Viernes 17 - Regia Orquesta



Nina Simone fue una de las voces más emblemáticas de la música negra. Parece un acto de facilismo rotular lo que hizo durante su larga y prolífica carrera como “música negra”, pero su estilo, precisamente, trascendió estilos: jazz, soul, canciones populares, baladas, gospel... Su voz habitaba en un mundo único donde convivían todas las vertientes, en una amalgama vital y profunda. Setenta años de música no caben en una hora, por generosos que seamos con las canciones de Nina Simone. Baste decir que su vida fue dura, que tuvo que sacrificarse por su pasión, que fue la única mujer afroamericana en su clase de piano clásico en la prestigiosa universidad de Juillard, y que su lucha duró tanto como su vida. En sus canciones, la alegría de vivir y el peso del yugo de la esclavitud se dan curiosamente la mano, como demuestra Work Song.

A pesar de la candidez de sus primeras canciones, el repertorio de Nina Simone fue politizándose a medida que avanzaba el siglo XX, y se hacía evidente que el movimiento norteamericano por los derechos civiles tendría que dar una lucha en toos los frentes. Así, Nina le cantó a la liberación, a romper las cadenas, a la igualdad. Buena parte de la melancolía del repertorio de Nina Simone viene de la dura vida que le tocó vivir. No es que su carrera no haya tenido sus recompensas: pero Simone le cantaba a los bienes de una vida de lujo y pasiones que pocas veces coincidió con su propia realidad. Pianista esforzada, cantante intensa, sus pulmones se llenaron del humo de incontables bares, y se las tuvo que ingeniar para hacerse un lugar entre sus colegas... a una vocalista y pianista no le faltaba competencia.

I put a spell on you
The last rose of summer
Little girl blue
The work song
Don’t let me be misunderstood
Pirate Jenny
Feelin’ good
Love me or leave me
I loves you, Porgy
Night song
One september day
This year’s kisses

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